El “nivel subterráneo”. Se trata del nivel de la vida del cual es difícil despegar. Sucede en iglesias, organizaciones y en la vida particular. ¿Alguna vez ha sentido que no lograba ningún progreso, como si se golpeara la cabeza contra una pared? Tenemos que hacer una explosión extra de esfuerzo para atravesar esos niveles que nos impiden ser lo que dios desea que lleguemos a ser. Hay dos maneras de enfrentar los problemas, dos maneras de atravesar esos “niveles subterráneos”. Una es cambiar el problema. Esta es una solución temporaria y parcial. Podemos tratar de hacer que el problema sea más manejable, pero mañana volverá a escaparse de nuestras manos.
La forma más efectiva de vencer nuestros problemas es cambiar la persona. La adversidad no es nuestro mayor enemigo.
El espíritu humano es capaz de gran resistencia y de echar mano de muchos recursos cuando debe enfrentar la adversidad. No son los problemas los que nos complican.
Alguien dijo: “Haz de un hombre un inválido, y tendrás a un Sir Walter Scott;enciérralo en una prisión, y tendrás a Juan Bunyan; entiérralo en la nieve de Valley Forge y tendrás a George Washington; hazlo crecer en medio de la pobreza y tendrás a Abraham Lincoln; castígalo con una parálisis infantil y se convertirá enFranklin D. Roosevelt. Quémalo tan severamente que los médicos digan que nunca podrá volver a caminar, y tendrás a Glen Cunningham, que marcó el récord mundial de una milla en un minuto en 1934. Ensordécelo, y tendrás a Ludwig vanBeethoven; llámalo lento para aprender, retardado, ineducable, y tendrás a Albert Einstein”...

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