Principios para caminar por la vida sin que la gente te lastime. Acá van los primeros cuatro.
En la Biblia cuenta que había un hombre rico que se vestía de púrpura y con ropas finas, y vivía holgadamente todos los días. Estaba sentado en el suelo a la puerta de su casa un mendigo llamado Lázaro, cubierto de llagas, que ansiaba comer de lo que caía de la mesa del rico. Hasta los perros se acercaban y le lamían las llagas.
Una de las cosas más importantes es caminar en sanidad
Nadie tiene problemas con su perro o su gato, todos los problemas que tenemos son interpersonales, siempre hay gente involucrada. Cuando Dios quiere bendecirte va a mandar gente y cuando el diablo quiere destruirte va a mandar gente; o sea, las mejores bendiciones las experimentamos con gente, en los mejores recuerdos hubo gente involucrada y en los peores recuerdos, también. Cuando pensás en tu peor herida o tu peor llaga, vas a descubrir que hubo gente en tu vida. Que fue enviada consciente o inconscientemente por el enemigo para ser la causa de tu mal.
La fuente de mayor satisfacción y la de mayor frustración viene por gente. Hay miles de alejados de Dios y todos fueron lastimados por gente: gente que los criticó, que los lastimó, que los trató mal. Lo que todos debemos lograr es tener una vida en el espíritu sin que nadie nos lastime.
1- No debo hacer vínculos almáticos con nadie
Los vínculos del alma son mente, voluntad, emociones; es un vínculo afectivo, intelectual, pegajoso; donde te juntas con alguien, le contás todo lo que te pasa, te haces amigote: "Salimos juntos", "comemos juntos".
Todas las iglesias que no crecen en número son almáticas: iglesias de familias o de grupitos que se conocen todos, salen todos juntos, comen todos juntos. Por eso cuando lo lastiman dicen: "Mi amigo me falló". "Yo que le conté todo, ahora me falló, me clavó un puñal".
Hay gente que hace vínculos almáticos con los pastores, quieren sentirse "Vip" de los pastores, y hay pastores que atan a la gente a través del alma: "Te necesito, sos mi amigo, necesito que estés a mi lado, no me dejes, juntos vamos a hacer cosas grandes" y la persona siente que el pastor lo valora, que es especial y lo que está haciendo es quedar atada almáticamente.
No hagas vínculos del alma: tu vínculo tiene que ser del espíritu, un amigo se elige, un hermano te lo elige Dios; cuando te une el espíritu, una misión, algo de Dios que nos ha unido, la sangre de Cristo, la tarea de traer un avivamiento a la ciudad; el vínculo del espíritu nada lo podrá destruir, porque él podrá lastimarme, pero como hay algo superior que nos une, que es la misión de Dios que tenemos por delante, podemos perdonarnos y reconciliarnos, seguir juntos adelante. Porque no nos unen los afectos sino algo superior que es la unión del espíritu, que es el vínculo de la sangre de Jesucristo.
2- No trataré de cambiar a nadie
Dejá de intentar cambiar a la gente: a tu esposo, a tu hijo. No podés cambiar a nadie; cuando querés intentarlo terminas frustrado. Cuando una persona no trata de cambiar al otro, el otro se siente en libertad para empezar a cambiar.
La lengua venenosa mata a miles; no trates de cambiar a nadie porque cuando lo hacés, el Espíritu Santo se retira porque es como decir que esa persona te pertenece y, en realidad, nadie le pertenece a nadie, todos somos propiedad del Señor. Nunca nadie en la Biblia pastoreaba sus propias ovejas: Moisés pastoreaba las ovejas de su suegro, David las ovejas de su padre, Jacob pastoreaba las ovejas de su tío y yo pastoreo las ovejas del Señor.
Cuando entiendas que nadie es tuyo; entonces el Espíritu Santo va a venir para bendecir, para ungir, para cambiar, para traer revelación.
Dejá de intentar cambiar a tu iglesia, a tu pastor, a tu esposo, a tu hijo, a tu abuela. Y cuando te corras el Espíritu Santo te dirá:"Porque has decidido que esa persona no es tuya sino mía, ahora voy a intervenir y cambiar las vidas". Yo no intento cambiar las vidas porque sino estaría diciendo que me pertenecen. Por eso cuando saliste de tu iglesia te maldijeron, y te felicito que saliste porque no le perteneces a nadie, todos pertenecemos a Dios y solo el Señor tiene autoridad para cambiarnos.
3- No esperaré nada de nadie
La gente se frustra cuando espera algo de alguien: no esperes que te llamen, ni que te amen, ni que te pregunten como estás.
No esperes nada de nadie y serás libre de la gente .
Todo lo que la gente te de es un "bonus", es un extra, recibilo pero no esperes nada porque nadie te debe nada. No esperes nada de tus hijos, ni de tu esposo, ni de tu pastor. Todo lo que recibas es un extra. Nadie tiene el deber de entenderte, nadie tiene por qué hacer lo que vos querés, nadie tiene por qué ayudarte, no esperes nada.
Tu fuente es Dios, todo está dentro tuyo. Sos una semilla soltada en la tierra para ser sembrada, morí a tu carne para que todo lo de Dios pueda crecer, todo lo que necesitás no está fuera, está dentro; aprendé a morir y a liberar lo que Dios te dio.
Todo lo bueno que te den, recibilo, aceptalo, disfrútalo pero no esperes nada de nadie y serás libre para que nadie nunca más te lastime. Vas a caminar honrando a Dios diciendo "No espero nada de nadie porque Tu me has dado todo".
Tu futuro está dentro tuyo, tu victoria está dentro tuyo , un mentor lo único que puede hacer es abrirte la cabeza para que te des cuenta pero todo tu logro, toda tu bendición y todo tu éxito te corresponde solamente a vos y al Señor.
4- No le daré mi corazón a nadie
No hagas pacto con nadie . Hay gente a la que los pastores le hicieron hacer pactos, renunciá a eso; en la Biblia sólo hay dos pactos: con Dios y matrimonial.
Cuando David hizo pacto con Jonatan, Dios corrió de la escena a Jonatan. No hagas pacto con la gente porque te atás a la persona y si la persona cae en pecado, ese pecado, esos demonios y esa maldición te atan a vos. Tu único pacto es con Dios.
Un pastor, en una oportunidad, fue a la cárcel y se asombró de cómo las puertas se abrían, y una cámara le hablaba y cuando terminó de predicar lo llevaron a un lugar desde donde efectivamente se controlaban todas las puertas. Allí había cámaras que mostraban todo y un hombre manejándolas; el Espíritu Santo le habló y le dijo: "Así es tu corazón, si la persona equivocada entra, va a abrir la puerta que hay que cerrar y cerrar la puerta que hay que abrir; en el lugar de tu corazón solo debe estar el Señor, no pongas a nadie dentro de tu espíritu".
Si ponés a gente, hoy esa gente te ama, pero mañana te van a dañar; pero si entendés que sólo debe estar el Señor, que Él es el dueño y pactas con Él, sos leal a la visión, te moves con respeto y amor a la gente pero solo pactas con el Señor, te aseguro que nadie podrá lastimarte nunca más.
Dios es mi padre
Hasta los doce años un niño judío era criado por la mamá, a esa edad se lo presentaba en el templo y en el templo se hacía una ceremonia donde el padre le enseñaba la profesión y a partir de allí el padre se haría cargo del hijo; por eso tenemos el relato de que Jesús fue a los doce años al templo, María y José siguieron caminando y tres días después volvieron a buscarlo, José no estaba con Jesús porque sabía que no era su padre. Cuando llegaron al templo Jesús estaba discutiendo y María le dijo: "Tu padre y yo te estábamos buscando" Y Jesús le respondió: "No, ya no estoy bajo tu autoridad, debo encargarme de los negocios de mi padre" Eso quiere decir al ser adoptado por el Padre, dejas de ser hijo de tu madre - el problema de muchos cristianos es que no quieren dejar de ser hijos de su madre todavía-.
Le diste tu corazón a tu Padre Dios , Él es el dueño de tu corazón, Dios te ha adoptado, le entregaste tu corazón y no hay más lugar para nadie que no sea Dios, tu Rey y Salvador. Con Él, controlando las puertas de tu vida, estás seguro, confiado y bendecido.
La próxima semana Parte 2

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