En el Borde…

Cuantas veces llegaste hasta el borde?  Cuantas situaciones te empujaron hasta allí? Sintiendo mil veces las ganas de saltar al vacio, no a un vacio literal, sino a un vacio de palabras, a un vacio de amistades, a un vacio de ideas… Si, ganas de saltar a la nada… donde todo parece desaparecer o mas bien nosotros aislarnos de todo, saltar al vacio.

Momentos donde circunstancias nos invaden, donde la presión exterior parece dejarnos sin aliento espiritual, donde nos sentimos heridos, con unas ganas de llorar insoportables, y nuestra cabeza deja de pensar, se detiene el tiempo en ese acto que nos abruma y hasta el aire que respiramos es esa misma situación.

Aun los que nos rodean, parecen haberse alejado de nosotros, apartados, si apartados, esta vez por propia voluntad, pero después de este momento de vértigo, todo parece comenzar a estabilizarse, ya respiramos normal, ya hemos derramado las lagrimas que teníamos, aun hemos soltado ese gemido o grito que habíamos guardado en nuestro interior.

Y justo después de de este inmenso vértigo, algo dentro nuestro nos comienza a susurrar casi imperceptiblemente, pero sin reprensión, sino con calma, suavidad, comprensión, a mostrarnos el riesgo corrido, pero de una manera que no podemos rechazar, y ahí entendemos que Dios mete su mano, su presencia se mueve dentro nuestro y comprendemos un montón de cosas y nuevamente nos dice que somos… apartados… apartados por El… para formar el gran ejercito, estas formándote como un guerrero de Dios y es necesario que pases por situaciones donde llegas al borde, pero de ahí Dios te mueve y te da la forma necesaria.